IGLESIA CATÓLICA ROMANA ANTIGUA
DE NORTEAMÉRICA
- Sede Primada de Nova-Terra -
La Jurisdicción Original de la Iglesia Católica Romana Antigua en las Américas
1914
Fundada en Jerusalen en 33 A.D.; Organizada Utrecht in 696 A.D.; Establecida en Gran Bretania en 1908 A.D.; Establecida en Las Americas en 1914 A.D.
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” – Marcos 10:45
¿Te sientes llamado a dar más o a ser más?
¿Sientes que la misa del domingo es lo que más esperas y te llena de energía?
¿Tu amor por Dios te vivifica tanto que deseas compartir el amor de Jesucristo con otros?
¿La idea de la vida religiosa (hermana, hermano) regresa con alegría a tu mente con frecuencia?
¿Alguna vez te han dicho que serías un buen sacerdote?
¿Tiene dudas sobre si decirles a sus amigos o familiares que cree que puede tener una vocación?
¿Sientes un tirón constante en tu corazón para servir más a los demás?
¿Tienes una orientación psicosexual sana, es decir, no tienes inclinación homosexual ni atracción por personas del mismo sexo?
¿Sientes una atracción sexual normal por el sexo opuesto y esta atracción está bajo el control de tu voluntad?
¿Estás libre de adicciones sexuales o conductas sexuales aberrantes?
¿Es usted capaz de realizar estudios de nivel universitario y trabajos de grado/posgrado?
¿Le han dicho otros que sería un buen sacerdote, diácono o religioso?
Si respondió “Sí” a tres o más de las afirmaciones anteriores, comuníquese con nosotros a oldromanchancery@gmail.com para que le ayudemos a discernir una vocación al sacerdocio o a la vida religiosa en la antigua tradición católica romana.
Vocations
IS JESUS CALLING YOU TO SERVE HIM ?
...AS A DEACON
...AS A PRIEST
...AS A BROTHER
...AS A SISTER...
"And He saith unto them, Follow Me, and I will make you fishers of men." (St Matthew 4: 19)
Could I Have A Vocation...
In simple words, yes, we all do. God has a role for each of us in His kingdom.
But, how can I be sure that God is calling me to a life of professional commitment to His people through ministry in the Church?
Some people can enter a church and feel suddenly at peace. Some are taken by the beauty of the Holy Sacrifice of the Mass or another liturgical service. Some feel a passion for proclaiming God's Word and for teaching. Some see the suffering or need in their brothers and sisters and want to help - not just with the immediate need but with God's eternal love. Others look to the holy example of the Saints and modern heroes, who espouse and live according to God's Word, and seek to follow that example.
Yes, each person has a role in God's Kingdom. The role is clearest when we listen to God's plan for us. When we wipe away the facades and the pretenses, and stand before God as the people we really are. When we do this we can say to the Lord - "Here am I, for Thou didst call me." We are then ready to strive to meet that calling with all our energy, freely giving of ourselves and our talents in the process.
Giving ourselves to God does not necessarily require us to commit to the life of a Priest or Deacon or to the Religious Life. It does require that we give ourselves to God fully in each thing we do. It requires us to see Christ in all of our brothers and sisters - especially in those where it is most difficult to find Him.
If you have undertaken and committed to a process of striving to follow God's will in everything you do, and have done so for quite a while, you may be at the right moment in your life - a moment in which God is clearly calling you to investigate making a full time commitment to Him as a Priest, as a Deacon, as a Religious Brother or as a Religious Sister.
A commitment at this level is filled with rewards, the greatest of which is serving the Lord. At the same time there are necessary sacrifices. As with any vocation the rewards and sacrifices are in balance as long as the individual taking them on is in balance. In the ministry and in Religious Life, this balance is aided by God's gift of Grace imparted at ordination and at Religious Profession.
¿Estás listo para "Investigar las posibilidades"?
Ya sea que esté casado o soltero, recién graduado o en su segunda o tercera carrera, lo alentamos a "Investigar las posibilidades".
Para obtener más información sobre las vocaciones al Diaconado y al Sacerdocio, contáctenos por correo electrónico a: Oldromanchancery@gmail.com.
También puede contactar al Seminario Teológico San Francisco de Asís en: Oldromanchancery@gmail.com.
Si desea investigar una posible vocación como sacerdote, hermano o hermana religioso, debe contactar al Director de Vocaciones de la Comunidad u Orden correspondiente. Si no está seguro de cómo hacerlo, comuníquese con el Director de Vocaciones de la Antigua Iglesia Católica Romana de Norteamérica, quien remitirá su consulta a la persona adecuada.
Y les dijo: «Síganme, y los haré pescadores de hombres». Y ellos, dejando al instante sus redes, le siguieron. (San Mateo 4:19-20)
Si desea realizar más consultas o conocer sobre el proceso de Incardinación o Ingreso al Seminario, por favor haga clic en el botón a continuación.
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
Oh Señor Jesucristo, nos has dicho: «La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies» (Lucas 10:2). Te pedimos que llames a hombres y mujeres dedicados a tu servicio en la Antigua Iglesia Católica Romana de Norteamérica.
Te suplicamos que concedas a los padres la generosidad y la confianza necesarias para que sus hijos sean ayudados a elegir su vocación con fe, sabiduría y en completa libertad.
Te suplicamos que conozcamos y sigamos la vocación a la que nos has llamado.
Oramos especialmente por quienes han sido llamados a servir como sacerdotes y diáconos; por quienes han respondido a tu llamado a la vida religiosa como sacerdotes, hermanos o hermanas consagrados; por quienes has llamado; por quienes llamas ahora; y por quienes llamarás en el futuro. Que estén abiertos y receptivos al llamado de servir a tu pueblo, en tu Iglesia. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
AMÉN.